jueves, 31 de marzo de 2011

La Estructura de las Revoluciones Científicas [3]


Una de los factores que contribuyen al cambio de paradigma son los descubrimientos analizados anteriormente, que son asimilados por los científicos encontrándose estos en condiciones de explicar una amplia gama de fenómenos naturales y los ya conocidos, con mayor precisión. Sin embargo estos no son los únicas fuentes de esos cambios, de hecho existen cambios mucho mayores, que son el resultado de la formulación de nuevas teorías, pues los descubrimientos, al menos por sí solos, no fueron los responsables de los cambios de paradigma. El cambio de paradigma se debe a la crisis de este último. Este tema se trata en profundidad en el capítulo 7.
Etapas de la crisis:
1º Hay una percepción de anomalía (siempre la hay en un paradigma, pero cuando la hay, los científicos las creen enigmas (solucionables) poniéndoselo como desafío). Sin embargo llega un momento en que la percepción de anomalía se hace profunda y duradera a través del tiempo, produciendo un estado de crisis creciente.
2º Esta crisis produce inseguridad profesional profunda, generada por el fracaso persistente de los enigmas de la ciencia normal para dar los resultados apetecidos.
Surgimiento o proliferación de nuevas teorías con respecto a la anomalía.

Ejemplo de crisis y su posterior cambio de paradigma
-          Surgimiento de la astronomía de Copérnico: El sistema de Tolomeo, que fue el paradigma que tiró a un lado la astronomía de Copérnico, fue un sistema antiguo que había dado buenos resultados y buenas predicciones, claro que estas nunca se conformaron por completo a las mejores observaciones disponibles. A lo que comenzaron pequeñas discrepancias. Cuando se presentaba una discrepancia, los astrónomos siempre eran capaces de eliminarla, mediante algún ajuste particular. Pero conforme pasó el tiempo se pudo observar que la complejidad de la astronomía estaba aumentando más rápido que su exactitud y las discrepancias no podían ajustarse al modelo de Tolomeo. Así los astrónomos reconocieron las fallas del paradigma, lo que motivó a Copérnico a la búsqueda de uno nuevo.
 
Cabe mencionar que ni los problemas ni los enigmas ceden generalmente ante los primeros ataques (por eso que siempre cabe la posibilidad de ajustes de las anomalías al paradigma imperante).
Las respuestas de los conflictos ante la crisis vienen explícitas en el capítulo 8. En una palabra, podríamos resumir la actitud de los científicos ante la incompatibilidad de los hechos con el paradigma y esa es negación: “aún cuando pueden a comenzar a perder su fe y, a continuación a tomar en consideración otras alternativas, no renuncian al paradigma que los ha conducido a la crisis.” De hecho, cuando se enfrentan a las anomalías, inventan numerosas articulaciones y modificaciones ad hoc de su teoría para eliminar cualquier conflicto aparente. La explicación de no poder rechazar un paradigma en cuanto aparecen anomalías, es que ellos no pueden desechar un paradigma sin reemplazarlo con otro, porque si lo rechazan sin reemplazo, estarían rechazando a la ciencia misma. Por lo tanto la decisión de rechazar un paradigma es siempre, simultáneamente, la decisión de aceptar otro.

Cuando los científicos descubren que una anomalía es más que una simple anomalía, (algunos pueden considerar su resolución como el objetivo principal de su disciplina), se inicia la transición a la crisis. Los primeros intentos de la resolución del problema seguirán de cerca las reglas establecidas por el paradigma; pero al continuar adelante sin poder vencer la resistencia, las tentativas de resolución involucrarán, cada vez más, alguna teoría menor o no tan ligera del paradigma. A través de la proliferación de nuevas teorías, las reglas de la ciencia normal se hacen cada vez más confusas (inseguridad con el paradigma), incluso las soluciones de algunos problemas aceptadas con anterioridad se ponen en duda. Los científicos deben ser capaces de tolerar la crisis y de vivir, a veces, en un mundo desordenado.

Lo que diferencia entre la ciencia normal y la ciencia en estado de crisis, no es el hecho de que la primera no se enfrente a ejemplos contrarios. Si no que lo que la ciencia normal considera enigma (problema solucionable) para la ciencia en estado de crisis es un contrario.
La ciencia normal se esfuerza y deberá esforzarse por hacer que la teoría y los hechos vayan más de acuerdo. Su objeto es resolver un enigma para suponer la validez del paradigma. El no lograr una solución desacredita solo al científico, no a la teoría. En la crisis hay dos efectos que se pueden extrapolar a todos los casos de paradigmas existentes que son:
-Todas las crisis se inician con la confusión de un paradigma y el aflojamiento consiguiente de las reglas para la investigación normal.
-Todas las crisis concluyen con la aparición de un nuevo candidato a paradigma y con la lucha subsiguiente para su aceptación.

La transición de un paradigma en crisis a un nuevo paradigma no es un proceso de acumulación. Pues esta transición es un cambio en la forma de visión: las marcas sobre el papel que se veían antes ahora se ven como un antílope. Por lo tanto los paradigmas son inconmensurables.

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